Por Francis Frangipane
Hemos afirmado que el verdadero discernimiento espiritual proviene de conocer la mente de Cristo. Permítame hacer de esta búsqueda lo más practica posible: Si buscamos conocer los motivos de Cristo, prontamente percibiremos Sus pensamientos, porque los pensamientos existen para cumplir los motivos. Jesucristo vino al mundo no, “para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por E” (Juan 3:17). Así, si verdaderamente comprendemos el amor que motivo a Jesus, escucharemos y comprenderemos Sus pensamientos cada vez más.