Por Francis Frangipane
"¿Por qué desobedecí al Señor?""Si solo me hubiese mantenido callado."
"Si tal cosa o tal otra no hubiese ocurrido, mi vida sería mucho mejor."
El remordimiento. Nada nos encadena a nuestros fracasos del pasado como el lamentarse y sentir remordimiento.
Yo conozco demasiados cristianos que iban bien, sin embargo, en algún momento cayeron en pecado. Lo peor es que ellos sabían que estaba mal. Ellos no ignoraban las artimañas de Satanás sin embargo cayeron. El resultado de su caída fue que, en el mismo lugar donde su alegría alguna vez brillaba, ahora en cambio existe una pesada opresión. Esta opresión se ve como parte del arrepentimiento, pero no lo es. Es demoníaca. Se trata de una visión forjada en los fuegos del infierno.