Por Francis Frangipane
Deje de Esforzarse por Hacer, Conozca , Entonces Obedezca
Para entrar en el reposo de Dios requiere que permanezcamos en una entrega total a Su voluntad, en perfecta confianza en Su poder. Aprendemos a descansar de nuestras obras “como Dios descansó de las Suyas” (Hebreos 4:10). Sin embargo, para entrar en el reposo de Dios se requiere diligencia. (Vea Hebreos 4:11). “Descansar de nuestras labores” no significa que dejemos de trabajar; significa que nos abstengamos de las arduas obras de la carne y el pecado. Significa que hemos entrado en las obras eternas las cuales El hace a través de nosotros.
El desorden o alboroto causado por la incredulidad, es llevado al descanso por fe. La lucha, arraigada en la falta de perdón es removida por amor. Nuestros pensamientos de temor, El toma control de ellos a través de la confianza; nuestras muchas preguntas son contestadas por Su sabiduría. Tal, es la mente que ha entrado en el reposo de Dios.