La tierra debajo de nuestros pies

 Por Francis Frangipane
 
Como orador en conferencias locales y regionales,  a menudo se me pide que desenmascare el "poder espiritual" que se opone al cuerpo de Cristo en la región de la conferencia. Los líderes e intercesores de la ciudad incluso me han preguntado si conocía el "nombre" del espíritu principal que está resistiendo a la iglesia en su área.
 
 "¿Quieres saber el nombre del espíritu más poderoso que se opone a la mayoría de los cristianos?" Pregunto. Los rostros ansiosos responden afirmativamente.
 
 "Es Yahweh".
 
Mis interrogadores, que de repente parecen un árbol lleno de búhos, siempre están desconcertados por mi respuesta. Están seguros de que entendí mal su pregunta. Entonces, explico. Les recuerdo que, según las Escrituras, "Dios se opone a los soberbios, pero da gracia a los humildes" (Santiago 4: 6). Por lo tanto, si estamos divididos de otras iglesias en nuestro corazón , si instintivamente despreciamos a otros cristianos o si tenemos una actitud de autopromoción, estamos caminando con orgullo. Como tal, el Espíritu que resiste nuestros esfuerzos no es demoníaco; es Dios. 

Profeta, Sacerdote y Rey

Por Francis Frangipane

La unción
Nos referimos a nuestro Señor como Jesucristo, pero Su nombre, simplemente, era Jesús (o Yeshua en hebreo). El término Cristo proviene de la traducción griega de la palabra hebrea para "Mesías", que significa "el Ungido". Por lo tanto, sería perfectamente exacto llamar a nuestro Salvador "Jesús, el Ungido".

Pero, ¿de dónde viene la frase "Ungido" y cómo se aplica al Señor? Si bien cualquiera podía ungir y refrescar su cabeza con aceite (o ungir a quienes estaban agonizando), solo se usaba una mezcla especial de especias y aceites como "aceite de unción santa", y solo en ceremonias sagradas (Éxodo 30:22-31). Se derramaba copiosamente sobre el consagrado, tal vez un litro o más cayendo sobre su cabeza, barba y vestimenta (Sal. 133). Fue un obvio derramamiento de aceite, no simplemente un toque en la frente como podría acompañar nuestro uso del aceite de unción hoy. Se hizo con oración solemne y reverencia, porque fue a través de este ritual de unción que los profetas, sacerdotes y reyes de Israel fueron identificados y luego dedicados a Dios.

El verdadero Jesus

Por Francis Frangipane

Jesús no es solamente nuestros Salvador, también es el “autor y consumador de nuestra fe” (Hebreos 12:2).   Tome con ambas manos el pensamiento de que El es el “perfeccionador de nuestra fe”.  La fe que Cristo inicio en usted, El está obrando para perfeccionarla.

El hecho de que Jesús sea el perfeccionador de nuestra fe es importante, porque aun si nos movemos en oración y en autoridad espiritual, aun si continuamos perseverando, aun si nos movemos con motivaciones purificadas en el amor, es el poder de la fe lo que apuntala todo.

La idea de que Cristo desea perfeccionar nuestra fe es bastante atractiva al oído, pero en la obra practica de nuestras vidas, resistimos la idea.  ¿Por qué? Porque sabemos que para que la fe sea perfeccionada, debe ser probada.

El valle fructífero

Por Francis Frangipane
 
Las batallas que enfrentamos son a menudo momentos intensos de debilidad, angustia y confusión. Si se trazaran los acontecimientos de nuestras vidas, estos serían los puntos más bajos. Sin embargo, Dios no está menos con nosotros durante las dificultades que en otros momentos. De hecho, estos valles son a menudo tanto el plan de Dios como nuestras experiencias en la cima de la montaña.
 
Hay una historia en la Biblia que habla claramente de esta verdad. Israel había derrotado recientemente a los arameos en una batalla en la montaña. En 1 Reyes 20 leemos:
 
“Entonces el profeta se acercó al rey Acab y le dijo: «Prepárate para otro ataque, pues el rey de Siria volverá a atacar el próximo año».
Después de su derrota, los siervos del rey Ben Adad le dijeron: «El Dios de Israel es Dios de las colinas, por eso es que los israelitas ganaron. Pero podemos derrotarlos fácilmente en las llanuras”. --1 Reyes 20:22-23

Quien no se ofende - Parte 2

 Por Francis Frangipane

“Entonces muchos se ofenderán, y se traicionaran unos a otros…Y debido al aumento de la iniquidad, el amor de muchos se enfriara” (Mateo 24:10-12 Traducción literal de la versión en ingles KJV).

La secuencia que lleva a la apostasía
En nuestra última enseñanza observamos las ofensas y examinamos el efecto letal que un espíritu ofendido puede tener sobre nuestras vidas. Discutimos como la única forma de no permanecer ofendido por siempre es alcanzar el corazón que no se ofende de Jesucristo.

Alcanzar a poseer el corazón de Cristo no es un asunto menor. Recuerde, Jesus advirtió que en los últimos días “muchos” serian ofendidos.  Un espíritu herido no es lo mismo que un espíritu ofendido – una ofensa tiene lugar cuando no procesamos nuestras ofensas a la manera de Cristo.  De hecho, un espíritu ofendido, al que se deja sin prestar atención y rumiando en nuestras mentes, prontamente se manifestara como una traición, odio y amor frio. Jesus dijo que las ofensas serian la causa última que llevaría a muchos a apartarse de la fe. Escuche bien: en el versículo ut supra, Jesus conecto la real causa de la apostasía no solamente con doctrinas erróneas, sino con reacciones erróneas

Quien no se ofende - Parte 1

Por Francis Frangipane

Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. (Ezequiel 36:26)

Dios tiene un nuevo corazón para nosotros que no se puede ofender, un corazón “inatendible.” Amados, poseer un corazón que no se ofende no es una opción o un lujo; no es una cosa pequeña. Un corazón ofendido está en peligro de tornarse en un “corazón de piedra.”

Considerad: Jesús nos advierte que, a medida que nos acerquemos al final de los tiempos, la mayoría de las personas se ofenderán de tal manera que se apartarán de la fe. Escuchad con atención su advertencia: