Por Francis Frangipane
Todo el misterio de nuestra existencia está centrado en perfeccionar las condiciones del corazón.
Sin duda es posible tener éxito en cierto nivel humano, sentirse realizado en todas las relaciones horizontales que nos rodean y fluyen dentro y fuera de nuestra vida. Pero la razón divina de nuestra existencia es que Dios quiere llegar a nuestro corazón.
En etapas anteriores de este entrenamiento espiritual, hemos aprendido que el corazón tembloroso, el corazón humillado, el corazón honesto, es el comienzo del cambio.
Los de corazón puro verán a Dios
Despojándose del peso del remordimiento
Por Francis Frangipane
"¿Por qué desobedecí al Señor?""Si solo me hubiese mantenido callado."
"Si tal cosa o tal otra no hubiese ocurrido, mi vida sería mucho mejor."
El remordimiento. Nada nos encadena a nuestros fracasos del pasado como el lamentarse y sentir remordimiento.
Yo conozco demasiados cristianos que iban bien, sin embargo, en algún momento cayeron en pecado. Lo peor es que ellos sabían que estaba mal. Ellos no ignoraban las artimañas de Satanás sin embargo cayeron. El resultado de su caída fue que, en el mismo lugar donde su alegría alguna vez brillaba, ahora en cambio existe una pesada opresión. Esta opresión se ve como parte del arrepentimiento, pero no lo es. Es demoníaca. Se trata de una visión forjada en los fuegos del infierno.
El poder de conversión de la verdadera santidad
Por Francis Frangipane
Cuando la gente vio a Jesús
"Y Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: “Siento compasión por la multitud, porque hace ya tres días que están conmigo y no tienen qué comer” (Mateo 15:32).
Hubo dos ocasiones en las que Jesús alimentó a las multitudes. La primera fue en una región desierta del desierto de Judea, y duró un día. La segunda ocurrió en una colina cercana al mar de Galilea, donde las multitudes estuvieron con Jesús durante tres días sin comer.
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