La vara de Dios

Por Francis Frangipane

Este es un mensaje importante sobre el personal del ministerio y lo que Dios puede hacer con un grupo de seguidores de Cristo.

Imagine un personal o “staff” de Iglesia donde la visión primaria de cada uno sea alcanzar la semejanza a Cristo. Imagínese trabajar con este grupo de personas: no solamente cumple cada uno sus responsabilidades sino que buscan con ahínco la humildad de Cristo. Cuando ven algo mal o defectuoso, no se tornan en acusadores. Antes bien, ellos se posicionan frente a la necesidad con el corazón redentor de Cristo, primero orando por la situación y, cuando es necesario, humildemente trayendo corrección motivada en el amor.
¿Puede imaginarse un equipo que este comprometido en poseer una unidad sin ofensas en sus relaciones?  ¿Tiene usted alguna duda de que con tal equipo Dios puede cambiar al mundo?

Antes que usted diga que esto es imposible, permítame decir que en realidad estoy describiendo a mi equipo pastoral durante los años anteriores a mi jubilación (y mi actual equipo ministerial). La clave principal para caminar en tal gracia ha sido su participación en el Programa de formación a imagen de Cristo. Mientras ninguno era perfecto (yo el primero), y aun cuando fue necesario combinar dones individuales con las necesidades ministeriales, la visión que impulsaba a cada uno era realmente volverse como Cristo.

En tiempos antiguos
De acuerdo con el diccionario, un “staff” es “un grupo de asistentes a un gerente, ejecutivo, u otra persona en autoridad” (Diccionario Americano Heritage). No obstante, originalmente, un “staff” no era un equipo de gente, sino una rama fuerte y derecha cortada de un árbol y lijada. El propósito de esta vara era soportar y dar estabilidad, y se utilizaba también como arma para proteger a quienes viajaban. A partir de este simple origen, podemos comprender mejor la evolución de la palabra “staff” y como llego a representar a aquellos que respaldan a un líder. De la misma manera que esta vara proveía fortaleza, estabilidad y protección, así un líder debe encontrar las mismas cualidades en aquellos quienes sirven como su “staff.”

Por supuesto, cuando hablamos de las relaciones entre el “staff” y el líder, nuestro enfoque principal es el liderazgo en el reino de Dios como se ve en Efesios 4:11-13.  El Señor levanta y designa individuos para entrenar y ayudara a equipar a Su pueblo, no para enseñorearse sobre ellos.   Estamos hablando de líderes enfocados primeramente en su propia transformación.

Al mismo tiempo, la idea de que, en el reino de Dios, no se necesitan líderes en el reino de Dios es una reacción a los fracasos y abusos del pasado. Lo que necesitamos son líderes piadosos y humildes, no líderes abusivos y que se gratifican a sí mismos.  Necesitamos individuos cuyo objetivo es la conformidad personal a Cristo. Tales líderes deben ser respaldados por su equipo.

Increíble poder en un equipo de Dios
El beneficio de un equipo o “staff” de Dios es profundo; es un principio para soltar el poder de Dios en una iglesia. ¿Recuerda cuando el Omnipotente se le apareció a Moisés en la zarza ardiente?  El Señor le dijo a Moisés que soltara la vara al piso. Inmediatamente, la misma se tornó en una peligrosa serpiente de la cual Moisés huyo. En vez de ser para Moisés una fuente de protección, su vara se volvió en una amenaza.  He aquí mi primera puntualización: si un equipo o “staff” no ha sido tocado por Dios para servir a un líder en particular – si aun da lugar a los celos y a la ambición egoísta (ver Santiago 3:16) – entonces tiene la capacidad de volverse de pronto en una serpiente, con lengua que despide veneno.

Sin embargo, en esta historia el Señor le dijo a Moisés que recogiese la serpiente, y al hacerlo, volvió a ser una vara (en inglés “staff”). Cuando nosotros dejamos a nuestro equipo o “staff” a los pies de Dios, el mismo será diferente una vez que el Señor nos diga que lo levantemos, y esta es mi principal puntualización. Cuando Dios le entrega el equipo que Él ha elegido, habrá poder sobrenatural acompañándolo. De hecho, escuche lo que el Señor le dijo a Moisés: “Y tomarás en tu mano esta vara con la cual harás las señales” (Ex. 4:17).

El Espíritu Santo puso una unción no solamente sobre Moisés, sino sobre su vara (en inglés “staff”) – ¡y fue con su vara que obro milagros! Repetidamente, la liberación de los israelitas de manos de Egipto no provino solamente de Moisés, sino que Dios soltó milagros, señales y maravillas por medio de la vara de Moisés. Moisés golpeo las aguas con su vara y la movió hacia el cielo; la vara fue el instrumento a través del cual el poder divino se manifestó.

Y no solamente eso, sino que a partir de ese momento la vara (en inglés “staff”) de Moisés fue llamada por un nombre nuevo: la “vara de Dios” (Ex. 4:20; 17:9). Oh ¡Es mi oración que esto sea una revelación a su corazón! No es suficiente para un hombre o una mujer de Dios el ser ungido--- su equipo o “staff” debe volverse en la vara de Dios. Es aquí, en la unidad de Cristo, donde el equipo de Dios atrae las más grandes bendiciones y el poder del cielo.

Adaptado del Programa de formación a imagen de Cristo de Francis Frangipane.