El verdadero avivamiento: Ser como Cristo

Por Francis Frangipane

Debemos tener tres estándares fundamentales como creyentes. Uno es ser gente de oración. Eso significa que nuestros corazones están posicionados para permanecer en la brecha en oración entre el juicio y la misericordia de Dios. Nuestro objetivo más sincero es manifestar la intercesión de Cristo mismo, donde la misericordia triunfa sobre el pecado en lugar de que la ira divina destruya a los pecadores.

Otra de nuestras metas es alcanzar la mansedumbre de Cristo. Esta siempre será una meta porque en el momento en que asumimos que la hemos alcanzado; en realidad lo hemos perdido. Sin embargo, poseer la humildad de Cristo sigue siendo una pasión eterna en nuestro espíritu. Sin humildad, no podemos ver con claridad lo que nos falta de sustancia espiritual. La humildad nos permite crecer en todas las demás virtudes y dones que vemos manifestados en Jesús.